El origen de esta localidad está enlazado con la Campaña del Desierto y el tendido de la línea ferroviaria Bahía Blanca-Neuquén. Concluida la campaña militar, el coronel Pablo Campero Belisle solicitó al gobierno los campos que afirmaba ocupar hacia 1885.
En 1888 finalizó el casco del establecimiento San Pablo, conocido como "El Fortín", que constituyó el asombro de viajeros, entre ellos el ingeniero César Cipolletti, que puso a la producción frutícola de este lugar como ejemplo de los resultados obtenidos mediante la irrigación.
La localidad lleva el nombre del coronel P. C. Belisle, que ingresó al ejército como soldado en tiempos de la guerra del Paraguay. Ocupó diversos puestos militares, participó en la Campaña al Desierto y tuvo intervención en la Revolución del ' 80 como jefe del escuadrón escolta del presidente Avellaneda.
En la localidad funcionan oficinas comunales, una subcomisaría, el Juzgado de Paz, el Registro Civil y oficina enroladora, una sala de primeros auxilios, dos clubes y varios establecimientos educativos.