Gracias a la protección natural de los vientos que bendice la ciudad con un buen clima, El Hoyo es el lugar privilegiado para la producción de fruta fina, motivo por el cual en 1986 se la declara como la Capital Nacional de la Fruta Fina. Desde ese entonces, cada año en el mes de enero se celebra la Fiesta Nacional de la Fruta Fina con el objetivo de homenajear la principal actividad económica.
Inmersa en una interminable variedad de paisajes, verdes valles, transparentes lagos, incansables ríos, imponentes cordones montañosos, esta localidad cordillerana se presenta como el sitio para descansar en cualquier época del año y en verano disfrutar de las riquezas de la naturaleza, deleitándose con las frutas finas de la zona.
El principal objetivo de la celebración es exponer las manifestaciones artísticas y culturales de la labor productiva local. Se brinda al turista la posibilidad de degustar frutas finas frescas y elaboradas, así como de comprar alguno de esos productos o trabajos artesanales regionales y de disfrutar de un festival musical que le da color a la celebración.
Por otra parte, en el marco del evento se realizan conferencias, encuentros y exposiciones relacionadas con la actividad, de las que participan productores de la zona e instituciones oficiales del área de producción. Y tampoco faltan las actividades deportivas como automovilismo, ciclismo, fútbol y pruebas hípicas, entre otras.
Se estima que el número de público concurrente es de 10.000 personas por día, quienes todas las noches viven el show artístico cultural presentado por artistas regionales y nacionales en el escenario principal. El sonido y color se apodera de cada noche, que culmina con un baile popular hasta altas horas de la madrugada.
Por último, y no por ello menos importante, la noche del cierre de la fiesta se corona a una jovencita, de entre varias que se postulan, como la nueva Reina Nacional de la Fruta Fina que representará a la localidad de El Hoyo por un año.
La 32º edición de la Fiesta tuvo cita los días 11, 12 y 13 de enero de 2019 donde los residentes y turistas vivieron tres días de mucho y variado ritmo con músicos de la Comarca Andina y de todo el país que deslumbran al público presente con folklore, rock, salsa, reggae, danzas, títeres, entre otros números.