En la provincia de Neuquén existen diferentes represas hidroeléctricas. La mayoría de ellas se encuentran sobre el río Limay y tal es el caso de la represa de Piedra del Águila, a unos 226 km de la capital neuquina.
En el año 1985 comenzaron los trabajos de construcción de la represa sobre el río Limay a la altura de Piedra del Águila. Cerca de 4000 profesionales, técnicos y obreros emprendieron la labor para mejorar el abastecimiento hidroeléctrico en la región y el país.
El desarrollo de la obra civil comprendió la edificación de:
A partir del año 1993 la represa entró en funcionamiento y con el tiempo fue constituyéndose una obra de suma importancia para la Patagonia y el país. En la hidroeléctrica Piedra del Águila se genera energía eléctrica renovable y no contaminante que llega a toda la Argentina a través del Sistema Argentino de Interconexión, al igual que las demás represas de la provincia. Todas en conjunto tienen dos objetivos: generar energía y controlar las crecidas de los ríos así como administrar el recurso hídrico para uso agrícola.
Pero, además de observar la imponente obra de ingeniería, el visitante podrá disfrutar de otro de los atractivos de la represa. Se trata del tramo del río Limay que sale del dique, caracterizado por sus aguas claras con muchos rápidos, corredores y posones aptos para la pesca con mosca y spinning liviano. Cientos de pescadores se acercan cada año para disfrutar de este deporte que les permite obtener ejemplares de truchas marrones de hasta 5 kilos y truchas arco iris de hasta 3 kilos, en un marco natural inigualable como cada paisaje de la Patagonia argentina.