La práctica de trekking, una palabra inglesa que significa caminar, y que se denomina también como senderismo, es una de las actividades más gratificantes en primavera. Los meses de sol y calorcito en la cordillera son ideales para practicar largos paseos, aunque siempre tomando algunas precauciones y recaudos para que la experiencia no deje un sabor amargo.
No sólo hay que usar ropa y equipamiento adecuado para la montaña y esta práctica, sino que hay que asesorarse muy bien sobre el terreno y el mapa del lugar elegido para no sufrir ningún contratiempo. Es importante destacar que trekking no es lo mismo que montañismo, cuyo principal objetivo es alcanzar una cumbre, al tratarse de actividades que poseen características muy distintas.
El Parque Nacional Lanín tiene muchas atracciones, pero una de las principales son sus bosques. Existen muchos senderos que cruzan esos bosques y han sido utilizados durante siglos por los pobladores y desde hace algunos años por los turistas.
Las caminatas de baja dificultad y corta duración (no más de cuatro horas, ida y vuelta) están señalizadas. Entre las más representativas están las excursiones a la cascada El Saltillo, a laguna Las Corinas, a cascada Chachín y a las termas de Queñi.
Son en general senderos bien mantenidos que salen de rutas o áreas de acampe donde es posible dejar el auto. Aunque no requieren un equipamiento especial, conviene llevar buen calzado, que proteja los tobillos, y una pequeña mochila.
Para caminantes con mayores pretensiones existe una variedad de circuitos de uno o varios días de duración. El grado de dificultad de estas travesías es variable. Pueden incluir cruce de ríos o cordones montañosos, pernocte en carpa o refugios, etc. Cuando no se tiene suficiente conocimiento y experiencia previa en la práctica del trekking, conviene contratar un guía habilitado por el Parque.
El más reconocido de estos senderos de larga duración es el que va de Puerto Arturo a laguna Verde. Son tres días de marcha en los que entre otras cosas tendremos que pasar extensiones de terreno anegado donde el barro nos suele llegar a los tobillos y ascender a un portezuelo muy próximo a la cima del volcán Achen Ñiyeu, para luego bordear su río de lava y escoria hasta la laguna Verde, ubicada en un entorno natural de particular belleza.
Otro sendero de similar exigencia en cuanto al desnivel del terreno es el que une los lagos Quillén y Ruca Choroy, al norte del Parque. Esta excursión se realiza en un día, por lo resulta algo exigente. Pero tanto el bosque de pehuenes como las impresionantes vistas que se tienen desde el cordón de Rucachoroy justifican ampliamente la trepada.
Entre los recorridos de trekking, el más emblemático es el que va de lago Escondido a Pucará. Prácticamente todo el trayecto sigue caminos abandonados e incluso se pasa por el antiguo aserradero de Ruca Ñire. Un sendero también muy transitado une estos puntos coincidiendo en algunos tramos con viejos caminos forestales y pasando por el sitio donde funcionó un aserradero en pleno bosque, del que se conserva la máquina a vapor que generaba la energía para las sierras.
Las opciones son variadas y la constante es siempre la misma: bosques vírgenes, senderos poco transitados y un entorno natural donde el impacto del hombre es casi nulo.
Es muy importante acudir a los guardaparques antes de iniciar cualquier caminata, para que ellos te informen sobre el estado de los senderos, que naturalmente cambia de un año a otro; y en algunos casos es obligado registrarse antes de iniciar la marcha. Respetar las indicaciones, acampar, hacer fuego y dejar la basura donde corresponde, es la necesaria contribución que nos corresponde para que el bosque y los senderos sigan iguales, antes y después de nuestro paso.
Especial agradecimiento a los autores de "Sendas y Bosques" por permitirnos generosamente hacer uso de este material.
®2001-2003 SendasyBosques.com.ar
Lisandro Santos, Gustavo Santos.
Todos los derechos reservados.