El lago artificial Exequiel Ramos Mexía, el de la represa El Chocón, forma un espejo de agua de 816 kilómetros cuadrados, el más grande de la República Argentina que se asemeja a los grandes lagos de la cordillera.
Este lago debe su nombre al visionario argentino que con la colaboración del norteamericano Bruce Willys estableció el potencial hidroeléctrico de la zona al tiempo que diseñaron los ferrocarriles que la zurcarían. Su emplazamiento se realizó donde lo hubiera sugerido el Ingeniero Cipolletti, quien diseño el sistema de riego del Alto Valle del río Negro y sugirió una serie de represas para evitar las inundaciones producidas por las crecidas de los ríos Limay, Neuquén y Negro.
Debido a su extensión, el Ramos Mexía ofrece lugares con accidentes geográficos de distintas características que permiten practicar la modalidad de pesca que el visitante desee. Spinning y Fly Casting son las más apreciadas por los aficionados, pero también la pesca embarcada es muy fructífera pudiendo lograrse excelentes piezas de trucha marrón, arco iris y pejerrey.
Aguas abajo de la represa, se encuentra un trecho corto del antiguo río Limay, donde se han logrado piezas de hasta 9 kilogramos. Después del mencionado tramo y a 1 kilómetro de distancia, se forma otro espejo de agua de unos 25 kilómetros de extensión perteneciente a la obra de El Chocón, denominado Dique Compensador Arroyito. Este tiene características iguales a las del Exequiel Ramos Mexía para la pesca, pero en menor volumen y más reparado para la navegación.
En el lago se pueden practicar además diversos deportes de agua como la motonáutica y en los alrededores se pueden hacer caminatas.