Esta pequeña población tiene una larga historia que comparte con toda la península. Debe su nombre a una formación con forma de pirámide que ayudaba a los navegantes a encontrar el rumbo, hasta este puerto natural de aguas calmas.
Lo que es una ventaja para el navegante también es un placer para todos los sentidos. La pequeña playa de Puerto Pirámides es serena e invita a largas horas de disfrutar la naturaleza.
La calle principal arranca en la bajada de la ruta de acceso y tres cuadras más tarde desemboca en las aguas del mar. Ese recorrido está rodeado de negocios, empresas que hacen avistaje de ballenas, hoteles y departamentos en alquiler.
La mayoría de los visitantes vienen desde Madryn, hacen su visita de unas pocas horas y regresan a esa ciudad. Pero si su espíritu es distinto y desea vivir la Patagonia de cerca tiene que quedarse una o dos noches en Puerto Pirámides.
Atención, los comercios cierran temprano y no hay mucho lugar donde hospedarse. Pero una breve búsqueda seguramente le hará descubrir una opción, desde accesible hasta elegante, que se ajuste a su presupuesto. Pero todas son buenas formas de disfrutar Puerto Pirámides, el punto de partida para una paciente exploración de la Península Valdes.
No se lo pierda!