Si se va a emprender este viaje alrededor de la península valdes se recomienda cargar nafta en Puerto Pirámides, ya que serán largos kilómetros de marcha, dedicados exclusivamente a los animales que la habitan, y donde casi no hay otros centros de abastecimiento. Si bien los caminos (todos de ripio) están en excelentes condiciones se recomienda conducir a no más de 60 kilómetros por hora. Para seguridad hay casillas con teléfonos de emergencia esparcidos a lo largo de todo el trayecto.
El siguiente mapa muestra como partiendo de Puerto Pirámides se puede recorrer en dos direcciones la península. Una es en sentido de la agujas del reloj, dirigiéndose a Punta Norte, bajando por la costa hasta Punta Delgada y de allí regresar a Pirámides. Ese viaje se puede hacer obviamente en sentido contrario, comenzando por Punta Delgada.
Debemos tener presentes las mareas y que deseamos observar, ya sea ballenas, pingüinos, lobos marinos, orcas, etc. Lo mejor es pedir ayuda en la oficina de turismo de Puerto Pirámides. Ellos nos sabrán decir a que hora son las mareas en la península y que conviene ver en cada caso. Por ejemplo las orcas en Punta Norte se ven con marea alta así que sería un desperdicio llegar allí con marea baja.
Finalmente uno puede elegir un circuito distinto, yendo por la costa solo entre Punta Norte y Caleta Valdés. El motivo es simple. Punta Delgada está cerrada al público y solo se accede pagando el ingreso a una propiedad privada. Entonces dado que la península abunda en sorpresas gratuitas es perfectamente posible obviar Punta Delgada, aunque la diferencia en kilómetros es mínima.
Desde Puerto Pirámides, a 5 kilómetros se encuentra la primera reserva: la lobería de Punta Pirámides, donde se observan lobos marinos de un pelo que se reproducen y tienen sus crías allí desde diciembre a marzo.
La siguiente parada es Punta Norte. Aquí, también en verano, se puede ver una importante población de lobos y elefantes marinos y con marea alta es posible avistar orcas. Hay un Centro de Interpretación y un puesto de guardafaunas.
Después se puede encarar hacia Caleta Valdés. Allí desde miradores ubicados en el acantilado se pueden observar los pesados elefantes marinos. Restaurante, servicios sanitarios, venta de artículos regionales y un puesto de guardafaunas acompañan esta reserva. Además dos km hacia el norte hay una pequeña colonia de pingüinos de Magallanes.
Punta Delgada, ya en el extremo sur de la península, es la siguiente y última reserva a visitar. Como ya se mencionó antes el acceso es pago, pero el costo incluye un guía que explica y muestra el apostadero de elefantes marinos. El paraje ofrece servicios de cabalgatas, minitrekking, restaurant, venta de souvenirs y excursiones en 4x4.
Otra opción para el turista es empaparse a fondo de la tranquilidad y belleza del lugar, pernoctando en una de las cinco estancias que hay en la península.
La vuelta es a Punta Pirámides, y de allí otra vez a la Ruta Provincial Nº 2, para regresar a Madryn o a la Ruta Nacional Nº 3. Pero este camino no debe hacerse a las apuradas, ya que si sabemos mirar nos acompañan guanacos, maras y muchos animales más a lo largo del trayecto.