Se parte a caballo desde Copahue, transitando 4 km por la vera de la Ruta Provincial Nº 26. Luego se bordea el arroyo Blanco y las lagunas Las Mellizas para ascender posteriormente 925 metros sobre el faldeo noreste del volcán. (También se puede llegar hasta el punto donde empieza el ascenso en auto)
A medida que se sube, se observa una vista espléndida del lago Caviahue, lagunas circundantes, de los volcanes de la cordillera neuquina, del Valle de La Dama y del Volcán Villarrica (Chile).
Durante el trayecto se atraviesan algunos manchones de nieves eternas, debiéndose hacer a pie los últimos 100 metros. Necesariamente los grupos deben ser guiados por un baqueano. En las laderas se pueden apreciar las capas de cenizas y arenas volcánicas depositadas por las sucesivas erupciones que el volcán produjo en la última erupción (año 2000).
Al llegar al enorme círculo del crater, con su glaciar de nieves eternas, impresionan las paredes acantiladas. Hacia adentro, y a mucha profundidad, se percibe el humo, vapor y un fuerte olor a azufre.
El cráter se originó como resultado de la actividad volcánica postglacial y se encuentra ocupado por una laguna de 2 a 3 hectáreas de extensión, alimentada por precipitaciones y aguas de deshielo. Las emanaciones gaseosas calientan las aguas de la laguna a temperaturas que oscilan entre 20 y 40 grados y la cargan de gases y sustancias minerales, confiriéndole además un alto grado de acidez. La laguna desagua hacia el este dando origen al río Agrio.
Para completar el espectáculo, las entrañas de la tierra producen fuertes ruidos. En invierno, la excursión se realiza a bordo de los vehículos orugas o snowtracks, que suman más emoción al regreso ya que pueden descender esquiando un trayecto de más de 8 km fuera de pista.
Desde Caviahue se pueden contratar las subidas guiadas al crater del volcán Copahue, solo hay que contar con un buen estado físico y mucho entusiasmo.