La localidad de Piedra Buena invita a los turistas a disfrutar del avistaje de cisnes en las orillas del río Santa Cruz. A partir de noviembre se pueden observar estos hermosos animales merodeando por el río junto a sus pichones, un espectáculo digno de ser contemplado.
Los cisnes de Cuello Negro y los Coscoroba llegan a este lugar para su etapa reproductiva en el mes de agosto. Por ello, es normal ver en noviembre a las familias de cisnes paseando por el río, como se observa en la fotografía.
Estas singulares aves, que alcanzan los 112 cm de largo y llegar a pesar 4 kg, brindan un espectáculo único surcando las aguas del río Santa Cruz. Su gran tamaño les dificulta un poco levantar vuelo, por lo que deben aletear al ras del agua durante un largo trecho para poder lograrlo.
En cuanto a su tamaño, las hembras suelen ser más pequeñas que los machos. El color de los pichones es blanco puro con manchas grises en la región dorsal y patas gris plomizo.
Los cisnes se alimentan fundamentalmente de plantas acuáticas sumergidas, así como hojas, tallos tiernos, semillas, raíces, larvas de insectos, moluscos y crustáceos.
Entre agosto y octubre se constituye la época de cría, en la que el nido se construye aguas adentro o en zonas cercanas a la costa. Las hembras pueden poner entre 3 y 5 huevos de color blanco crema y los incuba durante 35 días. Pero ambos sexos construyen el nido y cuidan de los pichones.
Desde los distintos miradores del boulevard a lo largo de la costa de Piedra Buena, se pueden observar estas aves de singular belleza, que llevan a sus pichones en el lomo.
Este espectáculo constituye una experiencia ideal para realizar en familia y estar en contacto con la naturaleza, descubriendo la gran diversidad de recursos que tiene nuestro ambiente. Se debe cuidar el medio ambiente y evitar invadir a las aves.