La Asociación de Residentes Bolivianos se presentó por primera vez en 1996 en la Feria de las Colectividades de Comodoro Rivadavia. Allí, los dispersos inmigrantes del Altiplano dicen haber "recuperado la idea de nación y la camaradería de los compatriotas".
La institución fue fundada en 1995 y cuenta en la actualidad con unos 100 integrantes. Las autoridades esperan que el número aumente con la difusión de sus actividades, a pesar de que la mayoría de los bolivianos trabajan a jornada completa en las empresas -generalmente de la construcción- y esto no les permite participar activamente en lo quehaceres de la colectividad.
Pero, a pesar de ser pocos y noveles en su nucleamiento, los bolivianos comenzaron a participar activamente en los eventos comunitarios de la ciudad.
En la Feria de las Colectividades presentan múltiples elementos de su cultura popular, que remiten a regiones y grupos sociales totalmente diferenciados.
En la representación de los caporales, por ejemplo, se deja ver la época de los mineros y de los esclavos. En Bolivia son bailes de tipo religioso, en honor a la Virgen del Socavón, patrona de los mineros. El látigo, como símbolo de la esclavitud, es un elemento infaltable en estas festividades.
La danza de los caporales fue creada en el departamento de La Paz y encuentra sus raíces en la Saya Negra, danza de los esclavos que viven en los Yungas, zona tropical al norte de La Paz. A través de su estilización, la Saya caporal no es la danza de los esclavos modernizada, sino una sátira a los capataces.
En la Feria bailan los hijos y nietos de bolivianos inmigrantes originarios. Se preparan en una casa de familia donde ensayan y confeccionan o enmiendan sus trajes típicos.
En lo referente a las comidas, los bolivianos ponen especial cuidado en su preparación típica. En 1997 trajeron de La Paz maíz, cerveza -chicha- y vino de la región de Tarija.
Las mujeres bolivianas tienen a su cargo la cocina, que es abundante y variada. Algunas de las comidas tradicionales son: el locro, el majadito, el chicharrón de cerdo que se acompaña con yuca frita, papa cocida y mote.
Para algunos, la Feria es una oportunidad comercial; para otros, representa el lugar en donde se representa la nación boliviana. De algún modo, todo lo que se intercambia tiene sabor a Bolivia: el picante de pollo, el chicharrón, la chicha...
En la circulación y el consumo de las mercancías, los bolivianos están recuperando la idea de ser compatriotas. Por ello se asociaron: para mostrarse, hacer conocer su rico pasado cultural, y también para darse cuenta de que no están solos.