Capital económica de la provincia, Río Grande es cabecera de la parte norte de la isla. En ella confluyen industria, petróleo y ganadería. Si bien su origen está más emparentado con la ganadería, hoy exhibe las claras huellas de su desarrollo industrial. Sus amplias avenidas nos llevan a barrios enteros de galpones industriales que se combinan con barrios de numerosas viviendas. Como contrapartida, las calles principales han sido adornadas con bellos paseos con canteros de flores a los que luego se han incorporado coloridos monumentos en cemento. Hoy cuenta con unos 35.000 habitantes y hotelería y gastronomía de buen nivel.
Además de poder funcionar de punto de partida para visitas a las estancias de la región, Río Grande se ha transformado, gracias a la siembra anual de alevinos, en una zona muy importante para la pesca deportiva (para lo cual es necesario hacerse de un permiso). Esta zona es elegida por pescadores nacionales y extranjeros para practicar fly cast y spinning.
El movimiento económico producido por el afincamiento de establecimientos ganaderos en la zona, genera el asentamiento de colonos provenientes de la mina de oro de San Sebastián. Treinta años después, en 1921, se funda oficialmente Río Grande. En 1959 se inicia la era del petróleo generando una corriente migratoria que se complementa con la producida en las décadas del 70 y 80 al promulgarse la Ley de Promoción Económica que mediante exenciones de impuestos y subsidios radicó industrias y pobladores.