Moquehue es una zona cordillerana rodeada por paisajes plagados de pehuenes. Está ubicado sobre el valle principal y lo recorre un lago homónimo que, entre otras cosas, es ideal para la pesca.
Quienes visiten Moquehue pueden realizar caminatas interpretativas de la mano de guías oriundos de Moquehue y lleva varios años en la zona, acompañando a los visitantes a descubrir los secretos de la Patagonia.
Caminatas interpretativas de baja dificultad en lo físico, que se pueden realizar en familia, parejas o amigos. La interpretación consiste en que el visitante comprenda el paisaje que ve, cómo se formó y la importancia de su cuidado.
Los recorridos se realizan por el bosque nativo, donde se muestra la importancia del cuidado de nuestros recursos y se ve cómo y cuánto ha inferido la mano del hombre en ese bioma. En ellos se relatan los orígenes de Moquehue, las historias de su gente, la de los trabajadores de los aserraderos y cómo es la vida en esta zona cordillerana.
La historia del pueblo Mapuche, su cosmovisión, su cultura y su arte textil son otras de las tantas cosas que se pueden aprender en el recorrido. En uno de los senderos se visita lo que queda de un entierro, que en mapuche se dice chenque, donde se les explica a visitantes el significado de los entierros.
La dinámica de la interpretación es con lenguaje sencillo sin nombres científicos ni excesos de información. También se dan en ingles.
El paisaje de Moquehue es muy diverso. Está dividido por un valle y en cada una de sus laderas hay biomas muy diversos pero que se complementan.
En la ladera de umbría hay un bosque subantártico con especies como:
Además está densamente cubierto por estratos herbáceo y arbustivo. Es un sector de mucha humedad y el bosque es cerrado.
En el extremo opuesto del valle, la ladera solana, tiene un paisaje de ecotono: transición a la estepa, en el que se observan:
Las diferencias entre ellas también se ven en las distintas alturas: el valle está mayormente cubierto por pehuenes hay ñires y estrato herbáceo y arbustivo, y a los 1700 metros se ve el desierto altoandino con afloramientos rocosos en los que se aprecian los efectos de la acción de las precipitaciones y la nieve.
Hay diferencias muy marcadas de temperaturas entre el día y la noche. El lago, valles y geoformas de las cumbres son de origen glaciario, como la mayoría de las formaciones en la región de los lagos.
El elemento que unifica las diferencias es el pehuén, que le da a la zona un carácter distinto en el paisaje, casi primitivo. Una especie capaz de crecer en la roca y suelos volcánicos. Algunos ejemplares alcanzan los 1300 años y son considerados un árbol sagrado.