La meditación, las constelaciones familiares, la comida saludable se han ido abriendo paso a lo largo de los últimos años en nuestra sociedad como algo que forma parte de la vida cotidiana de quienes buscan vivir de una manera más sana y espiritual.
Sin embargo, cuando estas se combinan en un viaje, en un retiro, en comunidad, esto suele marcar un antes y un después en la vida de las personas.
Y qué mejor escenario para realizar un retiro de estas características que la Patagonia.
Desde Neuquén ellos cuatro gestaron esta idea de integrar la meditación, las constelaciones, la sanación vibracional, el arte y la cocina consciente en un retiro que se realizará en la localidad de Aluminé.
Juan Cazeneuve comezó hace cuatro años el camino de hacer viajes chamánicos.
Para quienes no están muy familiarizados, es una meditación donde el estado meditativo se genera a través del repiqueteo del tambor.
El viaje chamánico siempre tiene un propósito, y luego de ese viaje, Juan continúa con la sanación vibracional. Nos comenta que son los sonidos, que más allá de estar guiados por su intención, los que generan la sanación.
Todo ese viaje por la realidad sutil es acompañado con los instrumentos (gongs, cuencos, flauta, chascas, maracas, claves).
Existen formatos variables de llegar a estos estados: la meditación sonora con instrumentos y cantos sagrados; la de laboratorio, que es activa, en la cual todos pueden participar activamente usando los instrumentos y por último, el formato de Recital Consciente (tocar canciones), en el cual se arma como una gran fiesta.
Marcela Peiris es quien está a cargo de la comida. Trabaja mucho con todo lo que es comida natural con probióticos, comida vegetariana, opciones veganas celíacas, menúes muy variados. Tiene en Neuquén su emprendimiento que se llama Comida Consentida. Da talleres informales de cocina y tiene su espacio que se llama Casa Kefir.
Marce era maestra de primaria, montó una empresa de cocina, y actualmente trabaja desde la informalidad. También es profesora en la Escuela de Cocineros Patagónicos. Es una persona con mucha reseña en el ámbito culinario.
La idea de comida consentida es en términos de consentir al comensal. Cuando ella cocina, lo hace con la intención de consentir la necesidad de nutrirnos en cuerpo y alma, atendiendo a las emociones que se generan por la actividad o por la comida misma.
Julieta Speranza estudió diseño de interiores, hizo cursos de decoración, de moldería y costura. También es profesora de acrobacia en tela y danza aérea. Tiene un taller de arte para niños y niñas. Fue gimnasta toda su vida. Trabaja mucho con el arte y lo utiliza como herramienta para ir hacia adentro pero también como una manera de conectar con otro.
Natalia Ormazabal participa en el retiro con Constelaciones Familiares y ejercicios sistémicos. Propone pequeños talleres, varias actividades las cuales apuntan a ir sanando en todos los planos, integrando con el arte, y también con nuestro niño interior. Desde la creatividad, desde el juego.
Desde las constelaciones se busca ir sanando nuestro sistema familiar. Que cada uno pueda ver cuál es el lugar que ocupa. Cuáles son los movimientos que uno necesita hacer.
Juan comenta que el primer viaje fue a Villa Pehuenia, después a Villa La Angostura. Luego fue en Lago Puelo y el próximo será en Aluminé.
Lugares como estos son perfectos para realizar actividades en la naturaleza.
El Hostel está en el río y va a estar cerrado para el grupo. La idea es aprovechar todo lo que el lugar tenga para brindar. Hacer caminatas y otras actividades y que también cada uno pueda hacer lo que sienta sin estar atado a un cronograma.
A diferencia de otros viajes de retiro, el concepto es que cada uno sea libre.
Tendrá una duración de 4 días y 3 noches. Si bien la logística depende de cada uno, siempre intentan ponerse de acuerdo entre los autos de quienes viajan. Esto les permite economizar y a su vez empezar a compartir antes de llegar a destino.
Eso también marca la impronta. Se arma un grupo de whatsapp para ir poniéndose de acuerdo y conociéndose.
Juan, Marce, Nati y Juli actúan como facilitadores, pero cada uno es libre de vivir la experiencia a su manera.
Se propone según cuál sea la energía del grupo.
Lo bonito de estos viajes es que se van armando grupos que se ¨autoterapean¨, dice Juan entre risas. Entre ellos mismos empiezan a contarse sus cosas. Se arman amistades que quedan después del viaje como si fueran de toda la vida.
Eso es muy potente, cada uno está en la suya pero todos estamos en la misma. Lo que hacemos es ir a acompañarnos. Nadie salva a nadie, pero nos acompañamos.
Desconectar para conectar.
Somos parte de esa naturaleza, nos abrimos a nuevas experiencias y nuevas personas. Para hacer cosas nuevas. Parece poco, pero con la propuesta que hacemos y lo que brinda el lugar, se hacen un montón de actividades, sin llegar al punto del cansancio. Sino desde el disfrute.
El taller va dirigido a todo aquel que resuene con esta idea. Hay quienes van con sus hijos. Hemos tenido una chica de 14 años. De allí para arriba… Madre e hija, ex parejas… No hay límites de edad, ni para arriba ni para abajo. Los niños terminan jugando con los mayores. Si hay actividades que los niños no pueden hacer, como las Constelaciones, se quedan con otro grupo realizando otra actividad.
Tampoco la convocatoria está acotada a gente de Neuquén, sino a todas las personas de la zona. La base es Neuquén, pero ha llegado gente desde Buenos Aires.
Ante la pregunta ¿Qué se llevan las personas que participan de estos retiros? Ambos sonríen y Juan sugiere que responda Nati, quien en su momento fue como participante…
Nati sostiene que se llevó mucho disfrute, alegría, conexión con el otro y mucha fuerza.
Rescata el continuar la comunicación con el grupo. El sentido de comunidad y de compartir, desde la compañía, desde la libertad, desde el amor y desde el respeto. El respeto por lo que cada uno siente y de cómo lo va viviendo.
Es una propuesta para que cada uno viva lo que le está pasando, de acuerdo a cómo llegue. Hay quienes llegan desde la alegría y otros desde la introspección. Se respeta eso y desde ese punto de partida se va intencionando el trabajo grupal.
Hay procesos de sanación muy fuertes. Cuando uno está cuatro días y tres noches en ese estado de conexión y de mirar hacia adentro, lo que se llevan es fortaleza y claridad para lo que sigue. Para ver distinto lo que venían viendo antes del viaje. Muchas veces es como una bisagra. Es una experiencia positiva que muchas veces permite cambiar el rumbo.
No hay recetas mágicas, pero estos retiros son aportes muy valiosos a los procesos de sanación. Irse pensando que las cosas pueden ser distintas, pueden ser mejores, y que está en cada uno esa fortaleza para lograrlo.
También que no están solos en este proceso, sino que somos partes de una comunidad en la cual nadie salva a nadie pero nadie se salva solo.
El retiro se realizará en Aluminé los días 6, 7, 8 y 9 de Abril. Informes e inscripciones pueden hacerse vía whatsapp al 2995086075 (Marce) o al 2994128236 (Nati).