La colonización de la región más austral del mundo data de fines del siglo XIX y sus ciudades, Ushuaia y Río Grande, perfilaron su crecimiento adentrado el siglo pasado.
Sus variadas riquezas naturales, madera, pesca, minería, hidrocarburos, turismo y su ubicación geopolítica que limita la conjunción de los océanos Atlántico y Pacífico, son condiciones de importancia que permiten avizorar que Tierra del Fuego está llamada a constituirse en un importante polo de desarrollo económico de la región Austral.
Su población responde al perfil colonizante, de gente laboriosa y formada en diversas tareas en las que se destaca la actividad industrial, con una clara adaptación a los diversos procesos tecnológicos.
Las infraestructuras económicas (redes viales, puertos, energía) satisfacen los requerimientos de cualquier emprendimiento de envergadura. Cuenta con una serie de obras en ejecución de relevante magnitud, como es el Puerto de Río Grande, la pavimentación de la ruta principal que une el eje Ushuaia-Río Grande, la instalación de una destilería para la producción de naftas, etcétera.
Diversos incentivos fiscales tienen como objeto facilitar la inversión que necesariamente requiere esta joven provincia. La actividad económica interna está exenta de los impuestos nacionales y la actividad industrial destinada a la exportación hacia el continente nacional o países extranjeros se encuentra amparada por un régimen especial sumamente ventajoso.
El conjunto de las condiciones permiten visualizar una provincia con un futuro portentoso y con grandes posibilidades para que puedan armonizarse proyectos de inversión genuinos y la necesidad de crecimiento social que anhelan quienes hoy la pueblan.