Camping: consejos para instalar la carpa ver mapa

Instalar un campamento fijo es tarea que definirá la suerte de nuestra estancia, ya que de la elección del lugar depende la comodidad, la seguridad, la vista panorámica, el aislamiento necesario y la defensa de los factores climáticos.

Una vez llegados a la zona elegida, debe instalarse el campamento sobre la base de tres elementos indispensables: agua, leña y espacio plano. El uso permanente que se da al agua, para beber, lavar o cocinar, obliga a la cercanía de la fuente que la provee: un arroyo, río o lago. Teniendo en cuenta las características del terreno y las probables modificaciones del nivel del agua, se debe estudiar la posibilidad de que el terreno resulte inundable. Es común que la persistencia de un viento fuerte empuje el caudal hacia la costa, o deshielos o lluvias en el curso superior provoquen crecientes repentinas. Asimismo, una excesiva aproximación al agua suele significar humedad o bien, en climas fríos, se traduce en mayor riesgo.

Cerca de la naturaleza

La madera se utilizará no sólo como leña sino también para improvisar algunas estructuras, como mesadas, estantes, parantes, pared de viento, y tantos usos como la habilidad y la imaginación lo permitan. La limpieza y horizontalidad del terreno completan el trabajo de instalación. Machete, hacha y pala se emplean para emparejar, cortar o limpiar de raigones y piedras el terreno.

Una vez lograda el área de instalación, es importante analizar la orientación del sol y el viento. Los pastizales altos suelen ser refugios de alimañas; una recorrida por los alrededores permitirá investigar la presencia de hormigueros y nidos de abejas o avispas o cualquier insecto. Un lugar con barro significa, casi con seguridad, mosquitos.

La orientación de la carpa debe permitir que reciba sol por la mañana; la posición en zona de sombra mirará hacia el norte o nordeste del árbol. Debe buscarse e reparo del viento sin olvidar una buena circulación de aire. La entrada de la carpa debe mirar en dirección opusta a los vientos preponderantes. El piso estará perfectamente estirado y, en caso de llevar parantes, éstos se apoyarán en tapitas de envases o cualquier superficie dura que la presión venza el piso.

Una lona impermeable o una tela plástica debajo de la carpa mantienen el piso seco, los aleros o cobertizos delanteros contarán siempre con la inclinación suficiente para escurrir el agua, la carpa no debe tener plano alguno que posibilite la acumulación de agua. La limpieza interior se garantiza siempre entrando descalzo y no entrando a la carpa con ropa mojada. El traje de agua que siempre debe acompañar al acampante debe dejarse afuera.

Al regresar, y antes de desarmar la carpa, se la limpia interiormente. Luego se hace lo propio con el exterior, se limpian las estacas, se orea y dobla la carpa prolijamente. Si el apuro o el mal tiempo no permiten estas tareas, deben realizarse dentro de las 24 horas de siguientes, ya que de lo contrario se formarían hongos, con el consiguiente deterioro del material.