En Puerto Deseado se invita a los viajeros a conocer el trekking al cerro Van Noort, una expedición con 4 siglos de tradición, donde se puede estar en contacto directo con la naturaleza en su estado virgen.
Múlitples son las opciones de trekking en la ciudad, pero el Cerro Van Noort es único, al ser un recorrido en el que se aprende sobre la naturaleza e historia del lugar.
Los puntos de partida son el muelle Ramón y el muelle Puerto Darwin, desde donde las embarcaciones comienzan su trayecto hasta la Bahía Concordia, hogar de pingüinos patagónicos y cormoranes grises. Luego la navegación continúa por la costa de la Península Viedma y la Isla del Rey, donde la tonina overa, un pequeño delfín, acompaña la embarcación dando hermosos saltos.
El desembarco se realiza en el paraje La Mina, donde en 1615 se incendió la nave holandesa Hoorn. Allí comienza el trekking hasta la cima del cerro Van Noort, que tendrá como premio una excepcional vista panorámica: se contemplará la belleza del paisaje que es un abanico de la mayor biodiversidad de especies.
Tras el descenso, los viajeros compartirán un exquisito almuerzo en una playa solitaria. Allí, un guía experto en la geografía y el pasado de Puerto Deseado relatará las más increíbles historias de las que fueron testigos la ría, el cerro y las islas.
Según cuentan los diarios de viaje del general Olivier Van Noort que éste detalló con precisión su travesía en el entonces bautizado Puerto del Deseo. Era el mediodía del 20 de septiembre de 1599 cuando dio la orden de ingresar la flota para luego explorar el territorio. Para ese momento, llevaba dos meses de navegación en los que había sufrido varios ataques de piratas portugueses y la pérdida de una de sus cuatro naves.
Una vez en tierra, tomó contacto con los nativos y perdió varios de sus compañeros de viaje. El holandés, Olivier Van Noort, abandonó Puerto Deseado después de 39 días para dirigirse más al sur.
Por toda su valentía es que el cerro lleva en homenaje su nombre. La historia de este navegante es uno de los tesoros que se descubren al visitar la Reserva Natural de la Ría Deseado, con sus aguas verde esmeralda, una avifauna excepcional y la más agreste naturaleza patagónica.
El paseo tiene una duración total de cuatro horas, en las que se comparte una aventura en la naturaleza y se interna en el pasado remoto de expedicionarios intrépidos.