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La silueta del pescador ver mapa

Parco en apreciaciones, lo poco que cuenta lo hace mientras arma un leader, elemento que vincula la línea con la mosca. Es una disminución progresiva del diámetro desde el butt (comienzo) hasta el tip (extremo del leader). Los tips se arman en función del tamaño del anzuelo de la mosca.

Las moscas son una gran artesanía de los pescadores.

La pesca con mosca es una danza que comienza mucho antes del encuentro tan deseado entre el mosquero y su pez. Investigaciones previas, ajenas y propias brindan la información necesaria para que este hombre común comience a fabricar sus propias moscas con anticipación, intentando imitar a los insectos y organismos que alimentan las truchas. Y mientras prepara su equipo ensimismado, alimenta el deseo de llegar al momento esperado.

Llega el Día "T" y temprano comienzan a sonar los preparativos: movimientos de cierres de bolsos y bolsitos, cañas e indumentaria, canasta de picnic.

Parte el pescador y llega la metamorfosis, el hombre común que habitaba su hogar se transforma en un mosquero irreconocible. Hay que descubrirlo debajo del sombrero característico con plumillas adornándolo, anteojos antireflex, indispensables para cuidar la vista de todo peligro de lanzamiento, chaleco con miles de bolsillos de los cuales penden elementos muy útiles para la ocasión: alicates, alisadores de leaders, pinzas, moscas, cajitas con moscas, más cajitas con moscas, sobres con leaders. Además el permiso de pesca bien visible para que el guardaparque pueda identificarlo fácilmente. Debajo del chaleco, los waders de neoprene de 3 mm de espesor. Gruesos por el frío de las aguas patagónicas. Botas especiales con medias especiales y caña en mano.

Un pescador en el rio Negro y los cisnes haciendole compañia. Foto gentileza de Edgardo, álbum de fotos de Patagonia.com.ar

El vestuario ha hecho lo suyo. La Madre Naturaleza hará otro tanto. Al hombre le ha cambiado la expresión de su rostro. Ya no más el ceño fruncido y aunque no vemos su mirada, adivinamos en su caminar que su gesto ha cambiado. Mientras se aleja sorteando el río, su figura empequeñece y se mimetiza con el paisaje. Se detiene, observa dónde realizar su primer lanzamiento. Sólo se escucha el ruido característico del reel, se observa una línea que juega en el aire y ensaya grandes curvas antes de caer suavemente sobre el agua. Su silueta es parte de la naturaleza.

El pescador siempre que va pensando en sacar una pieza grande o algo más o menos bonito, pero tras una jornada de pesca puede pasar que no pique nada y se vuelve con la satisfacción de haber pasado un grato momento.