En la Patagonia existen dos grandes regiones de valles: el valle del rio Negro y el valle del río Chubut, ubicados en las provincias de homónimos nombres.
Los valles son depresiones de la tierra que descienden hacia un lago o mar llevando las aguas de un río o el hielo de un glaciar. Se observan dos tipos de formaciones de valles: uno en forma de U y otros en forma de V. Estos últimos son relieves más jóvenes poco moldeados por la erosión que convergen en un fondo muy estrecho.
Mientras que los valles en forma de U, producto del paso de un glaciar hace millones de años, presentan paredes muy abruptas con un fondo cóncavo. Tal como se observa en la fotografía sobre el valle del río Chubut.
Lo mismo sucede en el otro gran valle de la Patagonia, el valle del río Negro, donde se puede apreciar con más notoriedad río arriba por la proximidad de las paredes que lo encierran. Ya en la zona media o inferior el fondo del valle es más extenso y nos es tan fácil divisar los cordones, pero continúa siendo un valle igual. Esto se ve en las ciudades de Chimpay, Choele Choel o General Conesa ya en el valle inferior.
Dentro de la provincia de Neuquén se encuentran los dos afluentes de este valle, el río Limay y el Neuquén. Cada uno por separado presenta la típica forma de valle en U, que se observa en las localidades de Plottier, Senillosa sobre el río Limay y Centenario, Vista Alegre, Cinco Saltos sobre el Neuquén.
La característica de ser amplias llanuras dentro de los cordones o mesetas es un recurso sumamente apto para la producción agrícola. Por ello, dentro de los valles se observan grandes plantaciones de diversas frutas u hortalizas, como la gran producción de manzanas y peras del Alto Valle del río Negro.