El territorio patagónico es una unidad geográfica con una unidad histórica de hecho. Fue reconocida jurídicamente a partir de la sanción de la Ley 954 de 1878 que crea la "Gobernación de la Patagonia", y seis años después, el 16 de Octubre de 1884 se sanciona la Ley de Territorios Nacionales (ley 1532), surgiendo así los territorios patagónicos con nombres propios: Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Más allá de las normas legales que determinan sus límites territoriales, la Patagonia mantuvo un vínculo espacial con problemas comunes. En las primeras décadas del siglo XX, las nuevas unidades adquieren, poco a poco, una personalidad diferenciada.
Los primitivos habitantes fueron los Tehuelches, entre quienes se pueden distinguir dos grupos: septentrionales y meridionales. Quienes estaban divididos, a su vez, en sub-grupos: Gününa kena del norte y Aonikenk del Sur, eran los más importantes. El vocablo "tehuelche" es de origen mapuche y significa "gente bravía".
Vivían de la caza del avestruz y del guanaco, como así también de la liebre y en general de la fauna que ofrecía natural y genersomente el territorio. Los instrumentos que empleaban para cazarlos eran el arco y la flecha. Aprovechaban el animal íntegramente, consumiendo su carne y con la piel confeccionaban la vestimenta y los toldos en los que vivían. Eran nómades, se desplazaban en grupos que no superaban las 100 personas, bajo la conducción de un jefe.
Los hombres blancos introdujeron el ganado vacuno y el caballo, lo que provocó cambios en su cultura. Comenzaron a consumir la carne de estos animales, aprendieron a montar y manejar con habilidad al caballo. El desplazamiento por el territorio se hizo con mayor facilidad y les permitió avanzar más hacia el norte. La piel de caballo y las plumas de avestruces eran, también, objeto de trueque.
Los Mapuches, "gente de la tierra", originarios del Sur de Chile, fueron denominados Araucanos por el blanco. Estos grupos penetran en nuestro territorio patagónico atraídos, en principio, por la fauna de la región y luego por el ganado vacuno y de caballo, que en estado salvaje merodeaba por el territorio del sur argentino. Los mapuches se establecieron en la zona de Neuquén y sur pampeano. Dominaron a los tehuelches, quienes incorporaron aspectos de la cultura araucana como la horticultura, el tejido en telar y la orferería, pasando así del nomadismo al sedentarismo.
Actualmente el grupo de origen tehuelche es muy reducido, mientras que los mapuches constituyen uno de los grupos aborígenes más numerosos del país. Habitan gran parte de la región patagónica y desarrollan diversas tareas, entre las principales, como peones o encargados de campos. Los menos son dueños de minifundios de escaso valor productivo, y los más viven en los centros urbanos, realizando trabajos no calificados y, en general, con necesidades básicas no satisfechas.
Hasta la etapa de organización territorial, los hechos históricos más importantes tienen valor regional, es decir, ocurrieron en la Patagonia. Así, los techuelches con su idiosincracia; Hernando de Magallanes, descubridor de la Patagonia en 1520; Simón de Alcazaba y Sotomayor, primer gobernador histórico, que fundó la provincia de Nueva León el 9 de marzo de 1535; el padre Nicolás Mascardi quién junto a un grupo de misioneros católicos ingresó a la Patagonia desde Chile y realizó viajes evangelizadores hasta 1673; los intentos colonizadores de España que envio a Juan de la Piedra y Francisco de Viedma, fundadores de establecimientos en Carmen de Patagones, en Golfo San José, en Puerto Deseado y Puerto San Julián aunque sin verdadero éxito; y finalmente la colonización galesa de 1865. Todos estos hitos históricos se dieron en la Patagonia.